ESTRÉS ADAPTATIVO, NO ADAPTATIVO Y CÓMO COMBATIRLO

Muchas veces ansiedad y estrés se usan como sinónimos. En ambos casos se produce una reacción caracterizada por alta activación fisiológica. La ansiedad elevada genera estrés. A su vez, el estrés una de las fuentes más comunes de ansiedad.

En la mayoría de las personas, la sensación de miedo es algo adaptativo, que nos protege de peligros. Pero en las personas con trastornos de ansiedad esa emoción es desproporcionada y en muchos casos generalizada, causando una gran angustia que puede llegar a ser muy limitante. Se sabe además que la hiperactividad de la amígdala lleva al desarrollo de los miedos fóbicos.

El estrés agudo es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia. Aunque el concepto de estrés está comúnmente asociado a cosas negativas un poco de estrés es bueno, nos moviliza. El estrés es una respuesta física adaptativa que nos ayuda a reaccionar y afrontar situaciones difíciles. El problema está cuando lo experimentamos de forma intensa y duradera, convirtiéndose crónico y, por tanto, en desadaptativo. En este caso se produce una sobrecarga de tensión que provoca la aparición de malestar físico y psicológico que impiden el normal desarrollo y funcionamiento diario: algunos ejemplos son los olvidos, alteraciones en el ánimo, nerviosismo o falta de concentración.
Las personas que saben gestionar su estrés se marcan pequeños retos que pueden conseguir, conocen su resistencia al estrés y cuando el estrés es excesivo, frenan.

SÍNTOMAS:

• Anhedonia, cosas que antes nos resultaban gratificantes ahora ya no lo son.
• Las digestiones y el metabolismo cambian.
• Necesidad de elementos externos para calmarte.
• Sensación de prisa hasta en reposo.
• Cambios en la personalidad.
• Anticipación constante de posibles problemas.
• Necesidad de tenerlo todo controlado.
• Irascibilidad (habituación al estímulo estresante habitual, y reactividad al resto).
• Disminución de la atención y de la capacidad de concentración, dificultad en la toma de decisiones, saturación mental, bloqueos mentales, lentitud de pensamiento, etc.
• Aumento del número de errores, inadecuada resolución de problemas, reducción del rendimiento, disminución de la capacidad de respuesta y efectividad de la misma, etc

• Un poco de estrés mejora la memoria porque te pone en guardia, pero si es excesivo el cerebro empieza a confundir todo lo que hay que memorizar y por culpa del estrés el rendimiento de la memoria disminuye.
• Problemas en las relaciones personales.
• Problemas en la pareja.

Una de las técnicas para disminuir el estrés serían los EJERCICIOS RESPIRATORIOS, en combinación con la terapia experiencial de aceptación y compromiso y la reestructuración de la terapia cognitiva.El objetivo es ejercer un control voluntario sobre la respiración de manera que la utilicemos como calmante cuando nos abrumen las situaciones de estrés. La respiración controlada es un procedimiento que ayuda a reducir la activación fisiológica frenando la actividad del sistema nervioso simpático y poniendo en marcha al parasimpático y, por tanto, nos ayuda a afrontar la ansiedad.

Si sufres estrés y ahora mismo te cuesta gestionarlo por tu cuenta, no dudes en pedir ayuda a un psicólogo. Un profesional puede ayudarte a pasar ese bache temporal o a cambiar los hábitos perjudiciales que a veces se desarrollan tras vivir mucho tiempo bajo estrés.  En mis años de experiencia profesional he trabajado ya ne muchos casos de estrés laboral y ansiedad generalizada con muy buenos resultados. No dudes en ponerte en contacto conmigo.